Espíritu Mudable
Ciegos,
El olor del norte nos tuvo siempre,
Allí nacimos y crecimos,
Entre locos y ebrios,
Lavativas envueltas en pellejo,
Baco por boca,
Delicioso encarnado fluir,
Enjuagador insaciable de miserias,
Placentera ensoñación destructiva.
Al calor de la noche,
Ante nuestro paso,
El tiempo permanecía estático
Por miedo a ser ignorado.
No conocíamos el por qué,
Mas estábamos seguros de querer
Sangre por vino mudar,
E inextricables,
Llevados por el instinto etìlico de la destruccion
Arrasábamos todo lo que en nuestro paso se cruzaba,
Absolutamente cargados por el ímpetu de la infinita juventud
Inconscientemente en nuestros seres se gestaban
Los pilares que nos habrían de salvar:
Locura infinita,
Inconformismo circular.
Incomprendidos,
Violentos,
Sarracenos,
Deleite por la destrucción,
Amigos inseparables por aquel entonces,
Hoy solo quedan las migajas:
Prostitutas profesionales somos ahora,
Especialistas en lo que sea,
Títulos incoherentes nos aplastan;
Banderas de papel
Durante tanto tiempo añoradas
Hondean ahora a media asta
Como rubrica a nuestra propia traición.
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