Precios competitivos
Si estás completamente solo,
si tu depresión es tan locuaz como una muerte agónica y lenta,
si los cayos de tus manos parecen tomates,
si las paginas de tus revistas porno ya no se despegan,
si estás en paro
y solo te queda dinero
para una última juerga y un suicidio rápido y barato;
no lo dudes,
apunta bien,
este es tu número,
SEIS NUEVE SEIS,
TRES NUEVE SEIS,
UNO UNO NUEVE.
Ella es Carolina,
procedente de Sierra Leona,
grácil y esbelta mujer
de diecinueve años de edad,
carnosos y sensuales labios,
tersa piel caoba
y poderosas nalgas esculpidas en marmol;
traída en patera
a través de un mar embravecido, desde Marruecos,
a un precio
que paga cada día con su cuerpo.
La experiencia ha sido intensa
a la par que contradictoria, ciertamente,
pues satisfecho el apetito sexual
mi alma se muestra afligida:
necesita viandas que no se pueden comprar;
y ella sonrie a mi lado
con decenas de dientes blancos
intentando, en su ingenuidad
agradar a un cliente vacío
que con desprecio de si mismo
mira hacia atrás sabiendo
que debería haber aprovechado el momento
de haber degollado a Dios
cuando tuvo su oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario